La biotecnología es un sector estratégico, que representa más del 2% del PIB nacional

La biotecnología es un sector que finalmente ha recibido atención en Europa. Todos esperamos la Ley de Biotecnología, que debería llegar a principios de 2026. China tiene su propio plan estratégico, Estados Unidos el suyo y ahora la UE también ha avanzado en esta dirección. Próximamente, Europa contará también con un programa específico sobre biotecnologías que, al ser transversales, requieren habilidades y programas definidos para desarrollar su máximo potencial. Esperamos que Italia sea un actor importante. Fabrizio Greco, presidente confirmado de Assobiotec Federchimica para el próximo trienio (2025-2028), con Elena Sgaravatti (PlantaRei Biotech) y Carlo Rosa (DiaSorin) como vicepresidentes, ambos a su vez confirmados en sus cargos en el Consejo Presidencial de Assobiotec, explica la evolución de la concienciación sobre la importancia estratégica de este sector, sobre el cual la asociación ha realizado un nuevo mapeo, analizando los códigos ATECO y estimando la cuota de la biotecnología en los diversos sectores industriales.
«Nuestro informe ofrece una instantánea de un sector complejo, transversal y en rápida expansión», afirma Greco. «Se trata de un sector estratégico con una facturación en 2023 de más de 47.500 millones de euros, equivalente al 2,23 % del PIB nacional». Cuenta con aproximadamente 80.000 empleados, concentrados en Lombardía, Véneto y Emilia-Romaña, empleados en 4.888 empresas, de las cuales más de la mitad (54 %) son microempresas, pero con una presencia significativa de grandes empresas (20 %). «Estas nuevas cifras confirman que las biotecnologías son tecnologías facilitadoras y transversales, con aplicaciones que abarcan numerosos campos estratégicos, como el farmacéutico y la bioeconomía circular», explica Greco. «Son tecnologías que pueden ofrecer respuestas concretas a muchos de los grandes retos de nuestro tiempo relacionados con la salud, la sostenibilidad, la productividad y la autonomía estratégica. Un sector que, sin duda, está llamado a seguir creciendo en los próximos años». En este sentido, Greco cita datos de un informe de Ey que muestra la evolución y las perspectivas de este sector, que en 2023 registró una facturación global estimada en 1.553.900 millones de euros, cifra que se duplicará para 2030 hasta alcanzar los 3.879.500 millones de euros. Norteamérica es la región del mundo que genera los mayores ingresos, mientras que la salud es el sector más relevante, con una facturación de 692.600 millones de dólares. Sin embargo, también es relevante que 13,3 millones de agricultores en el mundo utilicen la biotecnología agrícola para aumentar la producción, prevenir daños causados por insectos y parásitos y reducir el impacto de la agricultura en el medio ambiente.
Ante estas cifras, el ministro de Empresa y Made in Italy, Adolfo Urso, en una carta enviada a la Asamblea, también destacó el carácter estratégico del sector y la atención institucional que se le presta: «El potencial de la biotecnología europea aún no se ha explotado plenamente —escribió Urso—. Las empresas se enfrentan a obstáculos burocráticos, complejidad regulatoria y dificultades para llevar la innovación al mercado, lo que dificulta el crecimiento y la competitividad del sector. Por ello, hemos trabajado en la elaboración de una legislación específica, la Ley de Biotecnología, destinada a promover la innovación, acelerar la transición hacia una economía más verde y la independencia estratégica. Este marco regulatorio forma parte de un conjunto de iniciativas coordinadas que incluyen la estrategia de la UE sobre ciencias de la vida, la bioeconomía y el Pacto Industrial Limpio. Muchos países europeos ya han desarrollado sus propias estrategias nacionales y herramientas de incentivos para fortalecer el sector. Si bien el proceso legislativo se ha ralentizado, es esencial acelerar el análisis del potencial aún no expresado en nuestro país para anticipar las acciones a tomar, siguiendo también la estrategia del Libro Blanco sobre política industrial que se publicará próximamente».
En referencia a la Ley de Biotecnología, el comisario europeo de Salud y Bienestar Animal, Olivér Várhelyi, quien trabaja actualmente en el documento, destacó en su mensaje de vídeo que «las biotecnologías ofrecen enormes oportunidades para innovar y producir en Europa, pero con demasiada frecuencia los descubrimientos que surgen en nuestros laboratorios no llegan al mercado o se desarrollan en otros lugares». De ahí la necesidad y la urgencia de crear un ecosistema favorable —compuesto por normas sencillas, inversiones específicas y competencias adecuadas— para transformar el liderazgo científico europeo en un motor concreto de crecimiento y competitividad mediante la Ley de Biotecnología.
Mientras tanto, Urso recordó que «ya contamos con herramientas como el Programa Nacional de Investigación, Innovación y Competitividad 2021-27 y el próximo IPCEI sobre biotecnología, ambos esenciales para apoyar la investigación, el desarrollo y la introducción de nuevas tecnologías de vanguardia. Además, debemos potenciar las oportunidades que ofrecen las herramientas vinculadas a la transición verde y digital: incentivos, simplificaciones administrativas y exenciones fiscales deben formar parte de un esfuerzo estratégico conjunto para alcanzar la plena madurez industrial, creando nuevas oportunidades de inversión y empleo cualificado. Las competencias son otro elemento estratégico: el reto demográfico y la disminución de la mano de obra exigen que todos invirtamos en formación, reciclaje profesional y atracción de talento. El sector ya ha demostrado una gran madurez y potencial de crecimiento. Es fundamental acompañarlo de una estrategia clara, compartida y oportuna, basada en la innovación y la sostenibilidad, para fortalecer el papel de Italia y construir un futuro más verde y avanzado».
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