Derechos de aduana, el nuevo reto administrativo para los exportadores mundiales

La nueva política proteccionista del presidente estadounidense Donald Trump está convirtiendo las aduanas estadounidenses en una pesadilla burocrática para los exportadores de todo el mundo. Los aranceles de importación, que antes eran uniformes bajo el principio de no discriminación aduanera, se han multiplicado, con una tasa diferente para cada país de origen, la mayoría de las cuales oscilan entre el 10 % y el 50 %. A pesar de la "declaración conjunta" entre Estados Unidos y la Unión Europea, publicada el jueves 21 de agosto, que detalla el acuerdo político alcanzado entre ambos socios el 27 de julio (la mayoría de los productos europeos están sujetos a aranceles del 15 %), las nuevas normas no son nada claras.
De hecho, cada decreto de la Casa Blanca sobre el tema sigue siendo un enigma, difícil de descifrar. Es el caso del impuesto del 40% aplicado a los llamados productos de "transbordo", que transitan por terceros países para evitar elevados aranceles aduaneros: por ejemplo, los importados de China. Ante la falta de una definición clara, Alexandre Celse, abogado del bufete Brocardi Celse Associés, ofrece regularmente a sus clientes varias interpretaciones posibles, recomendando una "vigilancia especial" y esperar posibles aclaraciones formales de la administración Trump para extraer conclusiones definitivas. Ante la más mínima infracción, la sanción de la administración estadounidense es implacable, llegando incluso a la prohibición de la importación al mercado estadounidense.
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Le Monde