El gobierno incluso usa el “meme del gatito” para intentar garantizar un aumento de IOF

El gobierno federal intenta revertir la derrota impuesta por el Congreso en el Supremo Tribunal Federal (STF) y mantener el aumento de las tasas del Impuesto sobre las Transacciones Financieras (IOF) . La estrategia para la audiencia de conciliación, programada para el día 15, incluye reuniones con ministros y parlamentarios, y el uso de memes con gatitos en redes sociales para defender la medida.
Para justificar la necesidad del impuesto, el gobierno adoptó una narrativa de "nosotros contra ellos" en sus comunicaciones. En una publicación en la red social X , publicada el domingo, un meme buscó legitimar el aumento, afirmando que la medida solo afectaría a las personas de altos ingresos que viven en mansiones, conducen autos de lujo e invierten más de R$600.000 al año en pensiones privadas.
Con estos ingresos adicionales, estimados en R$20 mil millones, el Ejecutivo afirma que garantizará la continuidad de programas sociales como Pé-de-meia, Farmácia Popular y la financiación del SUS. El ministro de la Casa Civil, Rui Costa, confirmó este lunes (7) en el programa Roda Viva de TV Cultura que el gobierno defenderá la "plenitud del decreto" en la audiencia ante el STF.
Aumento de IOF genera choque institucionalEl intento de validar el aumento del IOF a través del Tribunal Supremo Federal se produce tras una rotunda derrota política. El 25 de junio, la Cámara de Diputados revocó el decreto presidencial por 383 votos a favor y 98 en contra, decisión que el Senado oficializó ese mismo día. La suspensión de un decreto presidencial por parte de la Legislatura es un mecanismo poco común, utilizado solo en dos ocasiones desde la Constitución de 1988, durante los gobiernos de Sarney y Collor.
El quid de la cuestión reside en la naturaleza del impuesto: la Constitución permite al Ejecutivo modificar las tasas impositivas regulatorias por decreto, pero la creación de impuestos principalmente para fines recaudatorios es responsabilidad exclusiva del Congreso. Los críticos de la medida argumentan que, al centrarse en los ingresos, el gobierno ha invadido la prerrogativa de la Legislatura.
El principal reto del gobierno será sostener el argumento de que el IOF es meramente regulatorio. Datos recientes desmienten esta narrativa: en junio, la recaudación del impuesto aumentó un 35,6% en comparación con mayo, alcanzando los 8.000 millones de reales. Según la plataforma Siga Brasil del Senado, este fue el mejor desempeño mensual del impuesto desde 2005. Si bien el Tesoro Nacional señala factores como el volumen de transacciones cambiarias y la tasa de interés como factores influyentes, el aumento significativo refuerza el argumento del Congreso de que la medida tiene un claro sesgo recaudatorio.
A pesar del crecimiento de su participación en los ingresos federales del 1,4% (2023) al 1,6% (2024), el IOF todavía no es uno de los impuestos más representativos para las arcas públicas, según João Elói Olenike, presidente ejecutivo del Instituto Brasileño de Planificación y Tributación (IBPT).
gazetadopovo