'Un flujo muy significativo': el número 3 de Finanzas detalla el fondo forestal que se propondrá en la COP30

El presidente Lula participó en una reunión de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) en Colombia . Allí, afirmó que los países en desarrollo no pueden esperar que las naciones más ricas donen dinero a causas ambientales. Por ello, anunció que Brasil presentará en la COP30 de Belém una propuesta para crear un fondo para preservar los bosques.
Se trata del Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF), desarrollado por el Ministerio de Hacienda en colaboración con otros once países. Según el subsecretario ejecutivo del ministerio, Rafael Dubeux , la medida podría generar entre 1.000 y 1.500 millones de dólares anuales (aproximadamente entre 5.000 y 8.000 millones de reales). «Un flujo muy significativo», declaró en el programa Poder em Pauta , transmitido por el canal de YouTube de CartaCapital .
El TFFF es una de las dos propuestas centrales que está preparando el Ministerio de Finanzas para la COP30. La otra se refiere a la creación de un mercado regulado de créditos de carbono. «La agenda de la COP no puede tratarse exclusivamente como algo relacionado con el clima», enfatiza Dubeux. «Se trata de un debate sobre cómo combinar el desarrollo económico y la generación de ingresos con los límites de emisiones que el planeta puede tolerar».
Cómo funcionará el fondoEl diseño inicial prevé que el TFFF comience con 25 000 millones de dólares, provenientes de gobiernos y posiblemente entidades filantrópicas. Posteriormente, se espera que el sector privado aporte 100 000 millones de dólares adicionales a través de fondos de inversión y pensiones. «Será uno de los fondos multilaterales más grandes jamás creados», observa Dubeux.
La aplicación seguirá una lógica de inversión, no de donación. El objetivo es generar una rentabilidad anual del 7% al 8%, devolviendo parte de la misma a los donantes iniciales. «El TFFF evita estos ciclos de donación. Vivimos tiempos difíciles, marcados por tensiones geopolíticas. Los presupuestos nacionales se centran cada vez más en la defensa y la seguridad, y no en la cooperación internacional», explica el secretario.
El modelo difiere del Fondo Amazonia , que depende de donaciones y tuvo sus recursos suspendidos durante el gobierno de Bolsonaro, cuando Alemania y Noruega cortaron el apoyo debido a la escalada de deforestación.
Bajo el nuevo acuerdo, los países beneficiarios, como Colombia, Congo, Indonesia y Malasia, serán recompensados por mantener sus bosques en pie, no solo por reducir la tasa de deforestación. El monitoreo se realizará vía satélite. «Será un sucesor del modelo basado en la reducción de la deforestación», resume Dubeux.
Entre los posibles financiadores iniciales se encuentran Alemania, Francia, Noruega y el Reino Unido. El fondo será gestionado por el Banco Mundial, lo que, según Dubeux, «le aporta una enorme credibilidad, garantizando que su evaluación de riesgos sea compatible con los intereses de los inversores».
El mercado regulado del carbonoEl segundo eje de la estrategia brasileña es la implementación de un mercado regulado de carbono, ya previsto en una ley aprobada en 2024. A diferencia del mercado voluntario, criticado por sus negocios "dudosos", el mercado regulado contará con la participación del gobierno, que fija un límite de emisiones para cada sector económico.
«En la práctica, en lugar de tratar la atmósfera como un alcantarillado ilimitado, estableceremos un límite a las emisiones que cada empresa puede emitir», afirma Dubeux. A medida que este límite disminuya gradualmente, las empresas tendrán que descarbonizar sus procesos o adquirir cuotas, lo que se encarecerá con el tiempo.
Modelos similares han estado en funcionamiento en la Unión Europea desde 2005 y en China desde 2021. California, en EE. UU., opera un mercado maduro, a pesar de la retirada del país del Acuerdo de París durante las administraciones de Trump y Biden.
En la COP30, es improbable que se alcance un consenso global sobre el tema. Por lo tanto, Brasil apuesta por una coalición para crear un mercado "semiglobal", abierto a futuras adhesiones, pero con condiciones diferenciadas. Este acuerdo suele beneficiar a los países con menores ingresos per cápita.
CartaCapital