Cámaras de Comercio en el Extranjero, una red global para el Made in Italy

En un contexto geopolítico internacional caracterizado por crecientes tensiones e incertidumbres, «la nueva geopolítica de la exportación requiere una dirección ambiciosa, que tenga cada vez más en cuenta el desarrollo de territorios, empresas y comunidades». Así lo cree Mario Pozza, presidente de Assocamerstero, la Asociación de Cámaras de Comercio Italianas en el Exterior, cuya Convención Mundial se celebrará en Cosenza del 21 al 23 de junio, con la participación de aproximadamente 200 delegados de 63 países, en representación de las 86 Cámaras de Comercio Italianas en el mundo.

«La globalización 2.0 debe partir de las comunidades empresariales —explica Pozza—. La red de Cámaras italianas en el extranjero puede desempeñar un papel fundamental en este sentido, ofreciendo herramientas operativas para analizar la dinámica del mercado en tiempo real, de acuerdo con la complejidad actual».

En 2024, las exportaciones italianas superaron los 620 000 millones de euros, lo que representa más del 40 % del PIB nacional y se consolida como uno de los principales motores del crecimiento económico. El superávit comercial alcanzó los 54 900 millones de euros, lo que demuestra la solidez de nuestro sistema productivo y nuestra competitividad en los mercados internacionales. A esto se suma el valor intangible, pero cuantificable, de la marca «Hecho en Italia»: según una estimación de Assocamestero y Unioncamere, la marca «Italia» genera aproximadamente 60 000 millones de euros de valor añadido al año, gracias a la predisposición de los consumidores extranjeros a reconocer un precio superior por los productos italianos.

“Un patrimonio –subrayó Pozza– que hay que proteger y valorizar con políticas activas y estrategias coordinadas a nivel nacional e internacional”.

Las Cámaras Italianas en el mundo realizan una labor de "inteligencia económica", en palabras de Pozza, "recopilando datos, anticipándose a las tendencias y brindando apoyo concreto en los ámbitos regulatorio, formativo y comercial". Una actividad estratégica, especialmente en mercados que ahora son cruciales para el reequilibrio de las exportaciones italianas, como China, donde la demanda de productos de calidad está creciendo, y Canadá, con sólidas relaciones comerciales y un marco regulatorio favorable gracias al CETA. Las economías emergentes de Asia y África también representan oportunidades cada vez más relevantes.