Francia sigue siendo el país más atractivo de Europa para los inversores extranjeros
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Francia mantuvo su posición como primer destino europeo de inversión extranjera por sexto año consecutivo en 2024, pero se resiente por las medidas tomadas antes de la llegada de Donald Trump para reforzar el atractivo de Estados Unidos, reveló EY el miércoles 14 de mayo.
Con 1.025 proyectos de inversión anunciados por empresas extranjeras el año pasado, Francia se mantiene por delante del Reino Unido, que atrajo 853 anuncios de proyectos de inversión, y de Alemania, que registró 608, detalla EY en su barómetro anual.
A pesar de su sexta medalla de oro, Francia registra el menor número de proyectos anunciados desde 2020 y el menor número de empleos resultantes de estos proyectos desde 2017 (29.000 empleos).
En términos más generales, el trío líder en su conjunto muestra un claro descenso en el número de inversiones anunciadas, del orden del 13 al 17%, al igual que los 45 países europeos estudiados por EY. El barómetro "se inscribe en un contexto de contracción bastante importante de las inversiones en Europa y de aumento del atractivo de Estados Unidos para las empresas internacionales", destaca Marc Lhermitte, socio de EY.
Los nuevos proyectos de inversión en América del Norte aumentaron un 20% interanual, escribe EY, basándose en datos de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), principalmente debido al avance estadounidense, mientras que cayeron un 5% en Europa.
La evolución estadounidense se debe más a la presidencia de Joe Biden que a la de Donald Trump , según EY. El expresidente estadounidense puso en marcha importantes incentivos para los industriales que planean desarrollar proyectos futuros en Estados Unidos, en particular a través de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), cuestionada por Donald Trump.
Este último también libra una batalla para atraer empresas internacionales a su suelo con el arma de los derechos de aduana, creyendo que así éstas se verán incentivadas a venir a producir en Estados Unidos para no tener que pagar sobretasas aduaneras.
Al mismo tiempo, las empresas estadounidenses invierten menos en Europa, y esto se refleja en el empleo: "en 2021, las empresas estadounidenses en Europa generaron 113.000 empleos, en 2024 serán 58.000", destaca Marc Lhermitte, una reducción a la mitad.
El barómetro EY llega antes de la nueva edición de la cumbre Choose France , organizada el lunes por el Elíseo en el Palacio de Versalles, durante la cual se espera que numerosas empresas extranjeras invitadas anuncien nuevos proyectos de inversión.
El gobierno francés, que celebra este año su octava cumbre, utiliza periódicamente el barómetro EY para justificar su posición de país inversor, que, según él, se ve favorecida por las reformas emprendidas, en particular en materia fiscal y laboral.
Sin embargo, esta clasificación sólo muestra parte de la realidad del atractivo, centrándose en el número de decisiones de inversión anunciadas y no en las cantidades invertidas o los proyectos realmente completados.
El barómetro también muestra un éxito desigual en términos de empleos creados: Francia ocupa el tercer lugar con 29.000 empleos, en comparación con los 38.196 del Reino Unido y los 34.603 de España.
Francia también se distingue en Europa por la gran mayoría de anuncios relativos a ampliaciones de sitios existentes en lugar de nuevos proyectos de desarrollo.
"Estamos volviendo a poner en marcha algunas fábricas en lugar de construir nuevas instalaciones espectaculares como se ha hecho en España, Polonia o Alemania en los últimos años", resume Marc Lhermitte.
En el caso de los proyectos industriales, principal foco de atención de los países occidentales en los últimos años en su intento de recuperar el control de empleos y conocimientos largamente desatendidos, los nuevos establecimientos representan sólo el 15% de la inversión total en la industria.
Y los proyectos industriales sólo generan 33 puestos de trabajo de media por sitio, según muestra el barómetro, ocupando el décimo lugar en Europa.
A pesar de sus reformas, Francia aún sufre altos costos laborales e inestabilidad política, según una encuesta a 200 inversores internacionales realizada por EY en marzo. Por otra parte, se beneficia del nivel de innovación y de la calidad de su plantilla.
«Uno de cada cinco proyectos de inversión con destino a Europa acaba en Francia», se felicitó sin embargo el miércoles el ministro delegado de Comercio Exterior, Laurent Saint-Martin, quien consideró que «la estrategia de reindustrialización […] funciona».
Libération