Los bancos suizos están probando el franco digital y están respondiendo a la amenaza de las monedas estables


Los bancos suizos quieren lanzar un franco suizo compatible con internet. Bajo el patrocinio de la Asociación de Banqueros Suizos, Postfinance, Sygnum Bank y UBS han realizado un estudio de viabilidad para un token de depósito bancario suizo. Sus conclusiones son positivas.
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Sí, es posible realizar pagos con este franco digital a través de una blockchain pública. No solo técnicamente, sino también de conformidad con todas las leyes suizas. La Asociación de Banqueros Suizos lo describe como un hito para todo el centro financiero.
Sin embargo, los bancos participantes aún se encuentran en una etapa muy temprana. El siguiente paso es un prototipo, y podrían pasar entre tres y cinco años antes de que el sistema esté listo para su comercialización.
Los bancos tradicionales temen por los depósitos de ahorroLa pregunta es si los bancos tienen tanto tiempo, ya que una forma similar de dinero digital lleva varios años en circulación: las monedas estables. Estas réplicas digitales de una moneda convencional, generalmente el dólar, están respaldadas en una proporción de uno a uno por efectivo o bonos del Estado. Siguen siendo un producto de nicho, pero en rápido crecimiento. Y esto preocupa a los bancos de todo el mundo.
El token de depósito bancario suizo es, por lo tanto, un mecanismo defensivo. La gran pregunta es si podrá implementarse a tiempo para preservar un importante privilegio del que disfrutan los bancos en el futuro: la capacidad de aceptar depósitos de sus clientes sin pagar grandes intereses. Posteriormente, prestan estos depósitos a empresas y particulares a tipos de interés mucho más altos.
A más tardar este año, los bancos se dieron cuenta de que su negocio principal estaba en riesgo. Esto se debió a la reciente aprobación en EE. UU. de una ley sobre criptomonedas estables, la llamada "Ley Genius". Esta ley ofrece a empresas y particulares una alternativa legalmente segura para almacenar, invertir y realizar pagos.
Los emisores de stablecoins no requieren licencia bancaria, sino que son empresas con un modelo de negocio fundamentalmente diferente al de los bancos. Obtienen ingresos porque no pagan intereses por sus stablecoins. Sin embargo, los activos que poseen, como los bonos del Estado, generan rendimientos que los proveedores cobran. Este es un negocio lucrativo, ya que los usuarios de la moneda digital adelantan el capital.
En EE. UU., donde las monedas estables ya están bastante extendidas, los bancos advierten urgentemente del peligro de perder los depósitos de bajo coste de los clientes.
El Departamento del Tesoro de EE. UU. estima que los clientes estadounidenses podrían retirar hasta 6 billones de dólares de los bancos. Esto tendría consecuencias de gran alcance para la capacidad de préstamo de los bancos. Los bancos más pequeños y regionales parecen ser particularmente vulnerables.
Las asociaciones bancarias estadounidenses se quejan de que la Ley Genius contiene un vacío legal: si bien los emisores de monedas estables no pueden pagar intereses, los proveedores externos (es decir, los protocolos de criptomonedas) sí lo hacen.
¿Y por qué dejar dinero en una cuenta bancaria sin intereses cuando puedes invertirlo en forma de dólar digital al 4 por ciento con solo unos clics del ratón?
El lobby bancario exige vehementemente que se cierre esta supuesta laguna legal para evitar que las monedas estables se conviertan en un competidor directo de los depósitos bancarios. Hasta el momento, sus peticiones han caído en saco roto en el Congreso estadounidense.
Los nuevos medios de pago son esencialesUna alternativa más prometedora parece ser la provisión de una alternativa con ventajas similares a las monedas estables: los bancos buscan digitalizar o tokenizar los depósitos de sus clientes. De ahí el término "tokens de depósito" o "depósitos tokenizados". Se trata de un pasivo directo en el balance del banco. Simplemente, uno digital.
Por lo tanto, los tokens de depósito también quedarían sujetos a la legislación bancaria vigente y a los mismos mecanismos de protección que los depósitos tradicionales de los clientes, como el seguro de depósitos. Y lo que es más importante, los bancos podrían impedir que los clientes retiren sus fondos.
La carrera sigue completamente abierta y también depende de la legislatura suiza. Sin embargo, se espera que este otoño se presente a consulta una propuesta de moneda estable que se ajuste esencialmente a la Ley Genius. Al menos, eso es lo que afirman fuentes bien informadas.
Por lo tanto, los bancos deben mejorar su estrategia: también son conscientes de que necesitaremos nuevos medios de pago en el futuro. El franco suizo actual no es programable y, por lo tanto, difícil de integrar en procesos comerciales automatizados. Por ejemplo, en la tramitación de reclamaciones de seguros sin interacción humana o en transacciones entre máquinas, también conocidas como bots de IA.
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