Teodoro de Faria dedicó su corazón y alma al pueblo de Madeira.

El Presidente de la República lamentó hoy la muerte del obispo emérito de Funchal, Teodoro de Faria, fallecido este sábado a los 94 años, recordando a un hombre que se dedicó “en cuerpo y alma al pueblo de Madeira”.

En una nota publicada en el sitio web de la Presidencia de la República, Marcelo Rebelo de Sousa ofreció sus condolencias a la diócesis de Funchal y a la Iglesia Católica y recordó a Teodoro de Faria como “la figura querida de la Región Autónoma de Madeira durante varias décadas”.

El obispo emérito de Funchal fue una “figura notable en el ámbito religioso, cultural y pastoral, que se dedicó en cuerpo y alma al pueblo de Madeira, ahora más pobre con su partida”, escribió el Presidente de la República.

Teodoro de Faria falleció el sábado y hoy habría cumplido 95 años. Nació en la parroquia de Santo António, en Funchal, Madeira, el 24 de agosto de 1930, y fue ordenado sacerdote el 22 de septiembre de 1955 en la Catedral de Funchal.

Cabe recordar también que fue obispo de Funchal entre 1982 y 2007, durante 26 años, después de haber estudiado en la Universidad Gregoriana de Roma, en el Pontificio Instituto Bíblico y en la École Biblique et Archeologique de Jerusalén, y haber sido rector del Pontificio Colegio Portugués de Roma entre 1976 y 1982.

En la Conferencia Episcopal Portuguesa, el obispo de Funchal fue presidente de la Comisión Episcopal para las Migraciones y el Turismo y miembro de la Comisión Pontificia para los Emigrantes e Itinerantes, habiendo participado en varias conferencias en Roma.

También fue representante de la Conferencia Episcopal Portuguesa en la COMECE (Commission des Episcopats de la Communauté Européenne).

Teodoro de Faria pidió al Papa Benedicto XVI su renuncia, por límite de edad, en 2006.

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