Pese al dólar planchado y menores ventas, subieron los alimentos y comprometen la inflación de febrero
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Con un dólar planchado y el consumo que aún no se recupera, los alimentos aumentaron en los últimos días y presionan sobre la inflación de febrero, que registraría un número similar al de enero o superior, según los pronósticos de las consultoras, que estiman que el dato se ubicaría entre 2,2% y 2,6%.
El Gobierno espera que la baja del ritmo de devaluación mensual del dólar oficial del 2% al 1% (crawling peg), que implementó en el primer día hábil de febrero, provoque una caída de los precios en las góndolas. Pero todavía no se ve un efecto generalizado.
Los últimos informes privados reportaron una aceleración inflacionaria en determinados alimentos y bebidas en la tercera semana del mes en las grandes cadenas de la Ciudad de Buenos Aires. Más allá del impacto que tendría esta situación en el IPC de febrero por el peso del rubro en la medición, en el sector le bajan el tono.
Dicen que son incrementos puntuales y temporales asociados a factores estacionales, por lo que prevén que en las próximas semanas continuará la tendencia de desaceleración. En enero, la inflación de la categoría fue 1,8%, contra la general de 2,2%.
Consultadas al respecto, varias empresas de consumo masivo prefirieron no hablar. Algunas de las que sí lo hicieron argumentaron que los datos de los relevamientos no aplican en sus casos y aseguraron que mantienen los precios de enero. Pero otras admitieron ciertos aumentos, que varían según el canal de venta y la negociación con los comercios.
En enero, la inflación de alimentos fue de 1,8%. Foto: Francisco Loureiro
Bebidas e infusiones fue, según LCG, lo que más subió la semana pasada (5,2%). En un fabricante explicaron que impacta la estructura de costos, con una suba en los insumos de proveedores y gastos logísticos. Desde otra indicaron, en cambio, que las no alcohólicas subieron un 1,8% en enero versus el 2,2% de la general y aclararon que no tocaron los precios.
Le siguieron lácteos y huevos, con 2,6% de alza semanal. En los lácteos, influye el aumento de la leche cruda tras un 2024 con un 7% menos de producción comparado a 2023 por la sequía. También los tamberos están recomponiendo precios luego de verse afectados por el 'dólar soja' en 2023. A su vez, la baja de retenciones a exportaciones agrícolas incrementó los valores de los granos, por lo que subió el coste del engorde un 1,7%, de acuerdo al Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA).
Una de las productoras líderes sostuvo los precios, pese a que apuntó que la leche cruda subió un 0,7% en enero y un 0,4% en lo que va de febrero. Otra admitió una actualización de sus listas en torno a 1,5% y 2%.
En los huevos, impacta la suba de los precios internacionales. “Por la gripe aviar en países como los Estados Unidos, aumentaron más de 15% y se demandó más importación. Los productores argentinos se ven atraídos a vender afuera”, explicó Aldo Abram, director ejecutivo de Fundación Libertad y Progreso.
Lácteos y huevos subieron un 2,6% la semana pasada. Foto: Francisco Loureiro
En tanto, la carne vacuna subió 2,1% la semana pasada. “El precio del ganado vacuno en la hacienda tiene un comportamiento y un ciclo ganadero complejo. Hay momentos en los que aumenta y luego se mantiene planchado. A fin de año sube por la mayor demanda de las Fiestas y después cerca de marzo. Esta vez se adelantó”, señaló Lorenzo Sigaut Gravina, fundador de Equilibra. Y agregó que venía subiendo menos que la inflación.
Por su parte, Claudio Caprarulo, director de Analytica, precisó que la consultora relevó “un fuerte salto en el precio de la carne en la primera semana de febrero, que en las subsiguientes se redujo, pero se mantuvo alta por la menor oferta” y agregó que la semana pasada notó “un marcado crecimiento en el precio de las bebidas no alcohólicas”.
Panificados, pastas y cereales aumentaron un 1%. Una de las principales empresas del sector afirmó que mantuvo los precios, pero otra comentó que subieron costos como salarios e insumos, y por eso el margen de rentabilidad sigue complicado, especialmente en consumos de productos no básicos, que siguen con caídas pronunciadas.
Clarin