Más problemas para Javier Milei: se perdieron 115.000 empleos registrados privados y creció el monotributo

Entre diciembre de 2023 y marzo de 2025, se perdieron más de 115.000 empleos en el sector privado formal de la Argentina, mientras aumentó la cantidad de personas con monotributo, una figura laboral más precaria y sin los derechos que posee el trabajador en relación de dependencia como el aguinaldo.

Los datos oficiales del SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino), elaborados por la Secretaría de Trabajo, muestran que los asalariados registrados en el sector privado pasaron de 6.369.119 en noviembre a 6.253.766 en marzo. La pérdida es de 115.353 empleos formales, con especial impacto en la industria, donde muchas fábricas y empresas se vieron obligadas a reducir personal por la crisis económica.

El recorte no se limitó al sector privado. El Estado también redujo su plantilla en el marco del ajuste impulsado por el gobierno. Según el mismo informe, los empleados públicos pasaron de 3.466.731 a 3.408.521, es decir, 58.210 puestos menos. En el caso de las trabajadoras de casas particulares, el número cayó de 463.640 a 441.529, lo que implica una baja de 22.111 empleos.

En total, sumando estos tres sectores (privado, público y casas particulares), la caída de empleo registrado desde el inicio de la gestión libertaria alcanza los 195.674 puestos. Según el investigador Luis Campos, del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, «el 59% de esa caída corresponde al sector privado, el 30% al público y el 11% a casas particulares».

Parte de ese derrumbe se trasladó al monotributo, un régimen más flexible pero también más precario. Las estadísticas muestran que hubo un crecimiento de 74.997 personas en esa categoría, que pasó de 2.037.762 en noviembre de 2023 a 2.112.759 en marzo de 2025. La figura del monotributista implica inestabilidad laboral, pérdida de aguinaldo y un aporte previsional reducido, que pone en riesgo las futuras jubilaciones.

La Secretaría de Trabajo reconoció en su informe que «a partir de abril de 2024 la contracción del empleo comenzó a moderarse». Según ese documento, durante el tercer trimestre del año pasado el empleo se estabilizó y hacia fin de año comenzó una «moderada recuperación», con una suba mensual del 0,1%. Aun así, en marzo de 2025 el empleo asalariado reportó un nuevo retroceso de 7.300 trabajadores.

A pesar de los anuncios oficiales sobre una mejora incipiente, la motosierra del ajuste todavía se hace sentir con fuerza en el empleo formal, mientras crece un esquema de trabajo autónomo más frágil y desprotegido.