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El consumo de cerveza se enfría a escala mundial

El consumo de cerveza se enfría a escala mundial

Se enfría la cerveza. Hablamos, obviamente, de su consumo. Es un fenómeno global. La creciente atención al bienestar y a la salud, la lucha contra las calorías de más, cambios generacionales, subida del coste de la vida, encarecimiento de la producción… Todo suma. Y los aranceles son la gota que colma el vaso.

El caso más emblemático se vive en Alemania, primer productor europeo. En los últimos 30 años el consumo de cerveza ha caído un 35%. Un alemán en el 2000 bebía 126 litros al año. Veinte y cinco años después, traga menos de 90. “En Alemania hay una notable sed de cerveza, pero no tanta como para apurar un tercer o cuarto vaso”, apuntaba Volker Kuhl, consejero delegado de la cervecería C&A Veltins.

El sector cervecero es responsable de más de 540.000 empleos en España, y su consumo está presente en más del 90% de las comidas fuera del hogar

En el primer semestre de este año, las ventas se situaron por debajo de los 4.000 millones de litros, según la oficina de estadísticas Destatis. Es la primera vez desde 1993 que el consumo cae por debajo de esta barrera. La patronal reconoce que hay reticencias de los alemanes para gastar y atribuye el fenómeno también al cambio demográfico.

En el frente de la oferta, hasta marzo, la producción ha caído un 6%. En los últimos dos años han bajado las persianas 52 de las 1.500 cervecerías del país, incluida la legendaria Lang Brau, después de 172 años de vida. Es el mayor cierre en tres décadas.

La cadena de valor de la cerveza representa el 1,3% del PIB y el 2,6% de la recaudación fiscal en España

La consultora Roland Berger estima que los costes de producción suben un 6% cada año y las empresas no consiguen mantener los márgenes. La guerra arancelaria tampoco ayuda, ya que el 18% de la cerveza alemana se exporta al exterior. Holger Eichele, presidente de la Asociación de Cerveceros Alemanes, declaró: “Para ser honestos, hay que reconocer que se trata de una situación preocupante. Las condiciones no son nada buenas. Incluso aquellas empresas cuya actividad data de hace varios siglos quizá tengan que renunciar”, afirmó.

Los aranceles dificultan el crecimiento de la producción, tanto por la bebida como por el aluminio para las latas

En Francia, el consumo de cerveza retrocedió un 3% en volumen en 2024, según Brasseurs de France, que menciona el clima hostil, la crisis del poder adquisitivo y nuevos comportamientos respecto al alcohol. Jean-Philippe Jelu, presidente de Malteurs de France, pone en contexto los datos: “El mercado de la cerveza está ligeramente en declive, con un -1% a nivel mundial”.

En España, el turismo permite una menor contracción pero no compensa totalmente la caída

En Estados Unidos, donde la cerveza es la bebida más popular entre las clases más bajas y los hispanos, las ventas desde principios de este año han retrocedido un 5%. De acuerdo con un sondeo de Gallup, la proporción de estadounidenses que asegura consumir alcohol ha caído al nivel más bajo desde 19139. En 1990, la mitad de los ciudadanos decía beber cerveza. Hoy solo un tercio de los norteamericanos declara consumirla. Y los aranceles al aluminio, fundamental para las latas, tampoco ayudan al sector.

Las cerveceras están diversificando sus portfolios hacia otras bebidas con y sin alcohol

Las grandes empresas cerveceras alrededor del mundo empiezan a notarlo en sus cuentas. El líder mundial AB InBev (Corona, Leff) bajó ventas en el primer semestre del año. Números rojos también para Heineken y Carlsberg. Jacob Aarup Andersen, el consejero delegado de esta última, reconoce que se vive “atonía en el consumo”. Las perspectivas para el resto del año tampoco es que sean muy halagüeñas.

En España, segundo país productor de Europa, también se vive una tendencia similar. Según el Informe Socioeconómico del Sector de la Cerveza en España 2024 , las ventas de cerveza bajan por segundo año consecutivo, con una caída del 0,2%, algo que no sucedía desde la crisis de 2008. El consumo per cápita nacional desciende un 4,9% y el de la hostelería un 2%. “Se observa una caída generalizada en todos los grupos de edad, especialmente entre los menores de 50 años, lo que consolida una pauta de consumo más contenida y moderada”, afirma Jacobo Olalla, director general de Cerverceros de España.

En los últimos 30 años el consumo de cerveza en Alemania ha caído un 35%.

Fuentes de Damm lo explican así. “Hay un retroceso en el consumo en la hostelería; después de unos años postcovid de franca recuperación llevamos dos años de caída, la inflación es el principal motivo que explica este descenso de volumen de cerveza en el canal hostelero, que también nos afecta”. Desde Heineken hacen una valoración similar: “Esta tendencia responde en gran medida a un contexto de incertidumbre económica y social que impacta en el comportamiento del consumidor, con una menor confianza y una planificación más cuidada de las salidas y el gasto en ocio, lo que se traduce en menos ocasiones de consumo fuera de casa”.

En dos años, han cerrado 52 cervecerías de las 1.500 que hay en Alemania, incluidas centenarias

Olalla refrenda esta idea de que la incertidumbre afecta a la confianza del consumidor y a su gasto en ocio. Pero el director de la patronal también añade que hay un cambio de hábitos adicional, un cierto trasvase, que ya se vio en la pandemia, del consumo en los bares al consumo en el hogar, en parte como forma de ahorro adicional.

Las ventas de cerveza descienden en España por segundo año consecutivo, con una caída del 0,2%, algo que no sucedía desde la crisis de 2008

¿Y el boom turístico que vive España? ¿Afecta al consumo de cerveza? “Ayuda a amortiguar la caída del consumo nacional, gracias a los turistas provenientes de países muy cerveceros que buscan vivir en España nuestros patrones de consumo. Sin embargo, no llega a compensar del todo la reducción de la demanda interna, especialmente en el canal fuera del hogar, que sigue por debajo de los niveles prepandémicos”, reconocen en Heineken.

Alternativas España, abanderada de las 0,0 en el mundo

Las cañas (y las tapas) forman parte de la cultura y la socialización española. Nadie quiere perderse la cervecita afterwork pero cada vez más gente opta, por salud u otras razones, por las variedades 0,0. Esta práctica ha hecho de España el mercado occidental que más cerveza sin alcohol consume, “más que en toda Latinoamérica”, destaca Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España. En 2024, este consumo más saludable creció un 4% respecto del año anterior y ya supone el 14% de toda la cerveza comercializada en España (y el 16% de la que se bebe en el hogar), crecimiento que contrasta con la tendencia a la baja de su hermana con alcohol.Hay un cambio de hábitos pero también una mejora del producto. Según el último informe de Kantar sobre tendencias en bebidas, el año pasado, todos los tramos de edad menores de 50 años redujeron las ocasiones en las que consumen bebidas alcohólicas. Este consumo responsable, sumado a una apuesta mayor por parte de las cerveceras en innovación y calidad, son dos de las claves de este éxito. Mahou San Miguel ya cuenta con 12 referencias, que apuntan a que irán ampliando y estas variedades ya suponen el 5% de su facturación total. Damm destaca el buen desempeño de su Free Damm Tostada y apunta que el peso de las cervezas 0,0% ha crecido para ellos en línea con la categoría. Para Heineken, esta división es muy relevante, especialmente en España, donde se ideó la Heineken 0,0. Representa en torno al 10% de su facturación.

Las empresas se están prodigando en esfuerzos no sólo para el vaso medio lleno... sino para reflotar el negocio. Los cambios generacionales y las incertidumbres están motivando aperturas en los portfolios de las principales cerveceras, hacia otros productos. Es el caso de Mahou San Miguel, donde las bebidas sin alcohol representan casi el 30% de las ventas de la compañía, el 5% de las cuales corresponden a la cerveza sin alcohol, según explicó Alberto Rodríguez-Toquero, director general de la compañía en su reciente presentación de resultados. La cervecera lanzará dos productos sin alcohol este año, en línea con el liderazgo que su gama de cerveza sin alcohol tiene en el mercado. “No nos cerramos solo a los productos sin alcohol o con alcohol. Innovamos en todas las categorías y tenemos una sana curiosidad por ver y analizar por dónde va el mercado y adecuarnos a las tendencias, sumando clientes que quieran consumir nuestros productos”, detalló el directivo. La empresa ha entrado recientemente en las bebidas con base de vino y también ha lanzado una plataforma, New Drinks, para investigar en bebidas emergentes.

En la misma línea se coloca Heineken, que destaca el “gran esfuerzo transformador” que han llevado a cabo en los últimos años para “ganar agilidad y adaptarnos mejor a las nuevas demandas de los consumidores”. La compañía cuenta con más de 80 variedades y 30 marcas, y en los últimos 15 años han lanzado más de 50 innovaciones, como las Radler, el cider, las cervezas sin filtrar y los combinados con base de vino.

La corporación Hijos de Rivera, dueños de Estrella Galicia, también plantean diversificar su portfolio para crecer, en el objetivo de duplicar su facturación actual. Además del negocio de cerveza y de aguas actual, la empresa ya está invirtiendo en un fuerte portfolio de otras bebidas, como vinos o kombucha (una bebida de té con gas). Planean tres lanzamientos para este año, una bebida sin alcohol, un cóctel y “sorpresa cervecera en septiembre”, destacó la empresa en su presentación de resultados . Tienen previsto invertir en bebidas funcionales, nuevas gamas sin alcohol y entrar en el mundo de los destilados. Que la fiesta no pare.

lavanguardia

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