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Los mercados apuestan por una paz duradera en Oriente Medio. Análisis de Codogno.

Los mercados apuestan por una paz duradera en Oriente Medio. Análisis de Codogno.

Foto de Ansa

La reacción en el mercado de valores

A pesar de la escalada militar estadounidense, las bolsas europeas reaccionan con calma. El economista: «Los mercados ven una posible estabilización, incluso si se logra por la fuerza». Pero cinco factores clave podrían cambiar el panorama.

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El ataque estadounidense a Irán ha elevado el conflicto de Oriente Medio a nuevos niveles de incertidumbre y riesgo, pero también hay acontecimientos potencialmente positivos. Por lo tanto, las reacciones de los mercados financieros podrían no ser excesivamente adversas. Lorenzo Codogno, economista de la London School of Economics y fundador de LC Macro Advisors, lo predijo en su boletín informativo del domingo por la noche, al final de un fin de semana agitado, y así fue. El lunes por la mañana, la reacción de las bolsas europeas a la escalada militar fue en general contenida, incluso tras los movimientos de futuros que anunciaron una apertura prácticamente sin cambios en Wall Street. Media hora antes del cierre, los índices del Viejo Continente perdían menos del 1 % (Piazza Affari -1,2 %).

En la práctica, parece que Donald Trump pudiera causar más daño con aranceles que con la guerra en Irán. De hecho, Codogno declara a Il Foglio: «Si finalmente Trump lograra estabilizar la región de Oriente Medio, incluso con el uso de la fuerza y ​​al margen de las normas internacionales, los inversores lo verían como un punto de inflexión positivo». El economista advierte que aún quedan algunos factores clave por monitorizar, «para comprender si a largo plazo la situación podría evolucionar de forma que cause daños sustanciales a la economía mundial y a los mercados financieros, en paralelo al aumento de la incertidumbre y la percepción de inseguridad». ¿Cuáles son estos factores? El primero es el riesgo de un conflicto nuclear. ¿Cuán concreto es? La premisa es que no es fácil distinguir entre la propaganda y la realidad para comprender si Irán realmente posee armas nucleares. Sin embargo, el hecho de que el enriquecimiento de uranio de Teherán haya alcanzado un nivel del 60 % (mientras que el uso civil suele rondar el 3,5 %) fue confirmado por el OIEA, lo que indicó claramente que el país buscaba desarrollar capacidades militares nucleares. Es como si los mercados estuvieran dispuestos a tolerar posibles turbulencias a corto plazo para lograr una mayor estabilidad a largo plazo tras décadas de tensiones geopolíticas generadas principalmente por la amenaza nuclear. Esta es la realpolitik de los inversores: aunque no fuera correcto atacar a Irán mientras se desarrollaban negociaciones abiertas en Omán y con la UE, el objetivo de una paz sostenible podría volverse más alcanzable. ¿Durará? «Este será el primer elemento clave a evaluar en los próximos días», resume Codogno.

El segundo factor en el que centrarse, para el economista, es el grado de daño a las instalaciones militares de Irán. Si surge evidencia de que las capacidades del país se han visto gravemente comprometidas, será más difícil para Irán provocar las "consecuencias eternas" que tanto preocupan al mundo. El tercer factor a vigilar es si habrá división interna en Estados Unidos. El apoyo a Trump es indudable en esta etapa tan delicada, "pero si el conflicto se convierte en una guerra prolongada, ese apoyo podría debilitarse". Y hay un cuarto factor: ¿Está el régimen iraní al borde del colapso? Un régimen debilitado militar y económicamente podría allanar el camino para un progreso democrático pacífico. En este sentido, debe comprenderse si un cambio de régimen, impulsado por presiones internas, que altere drásticamente el equilibrio político en Oriente Medio, podría conducir a una paz duradera. Mientras tanto, sin embargo, la respuesta de Irán podría implicar el bloqueo del Estrecho de Ormuz , junto con nuevos ataques hutíes que obstaculizarían aún más el paso del Canal de Suez. La cadena de suministro global y el suministro de petróleo y gas licuado se verían comprometidos, lo que resultaría en un aumento de los precios de la energía. El suministro de energía a China también se vería significativamente afectado. Esto tendría un efecto significativo en la economía mundial (ya circulan pronósticos de precios del petróleo superiores a los 100 dólares). Sin embargo, es importante señalar que este escenario también dañaría la economía de Irán y limitaría su capacidad para sostener un conflicto prolongado. El quinto factor es el tipo y la contundencia de la respuesta de Irán. Otros posibles desarrollos a monitorear son el papel de Rusia y China. Si bien la participación de esta última puede descartarse por el momento, la de la primera es una incógnita. "Personalmente, creo que solo un orden internacional basado en normas compartidas puede garantizar una paz sostenible", concluye Codogno. "Según el derecho internacional, Estados Unidos no puede aspirar a un cambio de régimen en Irán, pero si esto ocurriera, la eliminación de un régimen terrorista podría conducir a un desarrollo más pacífico. Es esta posible perspectiva la que limita los efectos negativos en los mercados financieros".

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