El riesgo de un shock petrolero


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El precio del crudo es muy volátil y todas las miradas están puestas en Ormuz, cuyo cierre podría afectar los flujos de petróleo del Golfo Pérsico, por donde pasa un tercio del comercio marítimo mundial de petróleo. Por lo tanto, los precios podrían superar los 120 dólares por barril. El primer país al que este escenario no beneficia es Irán.
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Una nueva escalada de tensiones entre Irán e Israel podría impulsar el precio del petróleo por encima de los 80 dólares el barril . Y es este pronóstico el que está ayudando a impulsar los precios del combustible al alza en las plantas italianas: la gasolina ha superado los 1,7 euros por litro y el diésel está por encima de los 1,6 euros por litro. Sin embargo, como sucede a menudo, los aumentos en el combustible no reflejan los precios en tiempo real de la materia prima subyacente tanto como las expectativas del mercado que en este momento se basan en el temor de que la guerra pueda tener un impacto en la disponibilidad global de petróleo. Especialmente si, como observa un análisis de ING, se tiene en cuenta el riesgo del cierre del Estrecho de Ormuz que podría tener un impacto en el flujo de petróleo del Golfo Pérsico, a través del cual pasa un tercio del comercio marítimo de petróleo del mundo . En este caso, los precios podrían subir incluso por encima de los 120 dólares el barril.
Sin embargo, por el momento, este escenario parece el peor posible, ya que ayer los precios del WTI (el parámetro de referencia del mercado estadounidense) volvieron a caer por debajo de los 70 dólares por barril en cuanto Irán se mostró abierto al diálogo. Por la misma razón, los precios del Brent (el parámetro del mercado internacional) se estabilizaron en 75 dólares tras haber sufrido, al estallar el conflicto el viernes pasado, un aumento del 10% y del 6%, respectivamente. La cuestión del aumento de precios también se abordó en la reunión en la Farnesina convocada por el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, ya que el posible bloqueo del Estrecho de Ormuz representa uno de los riesgos económicos más importantes a evaluar para Italia y Europa . Según un informe de Edmond de Rothschild, aún existen varias razones para esperar que el conflicto pueda ser contenido. Entre ellas, el hecho de que el primer país que no se beneficiaría de un bloqueo al comercio de crudo es Irán, uno de los principales exportadores mundiales, cuya economía ya se encuentra asfixiada por las sanciones internacionales.
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