El desafío de Piazzetta Cuccia en materia de dividendos

Milán – Mediobanca apuesta por las cifras para 2028. Esta mañana, el CEO Alberto Nagel presentará a la comunidad financiera sus previsiones de ingresos, beneficios, dividendos y rentabilidad para 2028, como continuación del plan 2023-2026. Lo hace para que sus datos sean comparables con los ya proporcionados por Monte dei Paschi di Siena, que incorporan la agregación entre los dos bancos, dado que el primero ha lanzado una oferta pública de adquisición (OPA) sobre el segundo. Los inversores que deban decidir si ceden sus acciones de Mediobanca a la oferta pública de adquisición (OPA) de MPS podrán así realizar una comparación homogénea. Y, como era de esperar, los datos que se publicarán esta mañana serán muy positivos, siendo en cualquier caso una proyección de un plan industrial ya en marcha. Con la esperanza de impulsar las compras sobre las acciones de Mediobanca y, así, abrir el descuento entre ambos valores, que actualmente se sitúa en el 6,2% y obliga a MPS a subir el tipo de cambio para hacer atractiva la OPA.
Al mismo tiempo, Mediobanca ha solicitado formalmente a la Consob que publique en el prospecto de la opa el impacto en las cifras del banco en caso de adhesiones inferiores al 50 %. Este caso ha sido autorizado por el BCE. La Consob también podría obligar a MPS a comunicar un umbral mínimo para aceptar la oferta. A principios de la próxima semana veremos las decisiones de la autoridad.
Mientras tanto, entre bastidores, se estudian los próximos movimientos en el juego de riesgo. Con sigilo, el Estado francés, a través de sus filiales, ha entrado en el accionariado de Banco Bpm con pequeñas participaciones, sin que nadie diga nada. Esas acciones se destinarán a apoyar a Crédit Agricole, que ya posee el 20%. Si Andrea Orcel decide retirar la OPA sobre Banco Bpm, el instituto dirigido por Giuseppe Castagna podría acercarse a MPS con la idea de crear un gran centro que incluya a Mediobanca y llegue hasta Generali. Y que tendrá a los franceses como accionistas fuertes, junto con Caltagirone, Delfin y el gobierno italiano. Siempre y cuando el poder judicial o la DgComp no desbaraten el plan de conquista.
La Repubblica