Trump usa a cárteles para amenazar con arancel del 30%

El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció su intención de imponer un arancel del 30% a las importaciones mexicanas a partir del 1 de agosto, justificando la medida en la supuesta falta de acción de México contra los cárteles del narcotráfico.
La relación comercial entre México y Estados Unidos enfrenta un nuevo punto de máxima tensión. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha lanzado una amenaza directa: la imposición de un arancel general del 30% a todos los productos mexicanos a partir del 1 de agosto. Lo que distingue a esta medida de disputas comerciales anteriores es su justificación explícita: no se basa en prácticas de competencia desleal, sino en la seguridad, vinculando directamente la política arancelaria con la lucha contra el crimen organizado en México.
El anuncio se realizó a través de cartas publicadas en la plataforma Truth Social. En la misiva dirigida a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, Trump afirmó: «México ha estado ayudándome a asegurar la frontera, PERO, lo que México ha hecho, no es suficiente». Y añadió la razón de fondo: «México todavía no ha detenido a los Cárteles que están tratando de convertir a toda América del Norte en un Patio de Recreo del Narcotráfico».
Esta medida representa una clara estrategia de presión, utilizando la principal fortaleza de México, su comercio con EE.UU., como una herramienta de coerción para influir en su política de seguridad interna.
Sugerencia: Gráfico que muestre el volumen de comercio entre México y EE.UU. con una bandera de cada país, o una imagen de Trump y Sheinbaum.
Frente a la amenaza, el gobierno mexicano ha optado por la vía diplomática para desactivar la crisis. La presidenta Claudia Sheinbaum informó que se acordó con la administración estadounidense una pausa de un mes en la aplicación de los aranceles. Durante este periodo, se establecerán mesas de trabajo de alto nivel para abordar conjuntamente los temas de seguridad, comercio y migración.
Previamente, el gobierno mexicano ya había manifestado que estaba haciendo «todo» lo posible para evitar la imposición de tarifas punitivas, reconociendo la gravedad del desafío.
Un punto clave que genera incertidumbre es el estatus de los bienes que cumplen con las reglas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Un funcionario de la administración Trump señaló que estos productos podrían quedar exentos, de manera similar a lo anunciado para Canadá. Sin embargo, añadió una advertencia crucial: «no se ha redactado ningún documento final y el Presidente no ha tomado decisiones finales».
Esta ambigüedad parece ser una táctica deliberada. Al mantener en el aire la posibilidad de que incluso el comercio bajo el T-MEC sea afectado, se maximiza la presión sobre el sector empresarial y el gobierno mexicano. La incertidumbre por sí sola puede ser tan dañina como el arancel mismo, ya que congela decisiones de inversión y genera volatilidad en los mercados financieros.
«No tendrá que haber aranceles si ambos socios comerciales, o sus empresas, ‘deciden construir o fabricar productos dentro de los Estados Unidos'», se lee en la carta de Trump, una declaración que subraya su política proteccionista.
La amenaza de Trump redefine las reglas del juego diplomático, transformando la relación económica en una palanca para exigir resultados en un frente tan complejo como la seguridad. Los próximos 30 días serán cruciales para determinar si la negociación puede evitar un golpe devastador para la economía mexicana.
La Verdad Yucatán