OTAN Acuerda Gasto del 5%: España se Rebela y Desafía a Trump

En una cumbre histórica en La Haya, los 32 líderes de la OTAN acordaron elevar su gasto en defensa al 5% del PIB para 2035. España se ha convertido en el único socio en rechazar la medida, generando una fractura visible en la Alianza y un enfrentamiento directo con Estados Unidos.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha tomado una decisión sin precedentes en sus 75 años de historia. Reunidos en La Haya, los líderes de los 32 países miembros han acordado el mayor incremento de gasto militar de la historia de la Alianza, comprometiéndose a destinar el 5% de su Producto Interno Bruto (PIB) a la defensa para el año 2035. Sin embargo, el consenso se ha roto por un flanco: España se ha negado a suscribir el objetivo, creando una crisis política inmediata.
El acuerdo, impulsado en gran medida por la presión de la administración estadounidense de Donald Trump, busca dotar a la Alianza de una mayor autonomía y capacidad de disuasión frente a la que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha calificado como «la amenaza duradera que supone Rusia».
El acuerdo detalla que el objetivo del 5% se desglosará en un 3,5% destinado estrictamente a gasto en defensa y un 1,5% adicional para seguridad interior y resiliencia nacional. Líderes clave como el canciller alemán, Friedrich Merz, y el propio Macron, han respaldado públicamente la medida como una respuesta necesaria al nuevo escenario de seguridad en Europa.
El presidente Trump no ha ocultado su satisfacción, agradeciendo al Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, y afirmando que el acuerdo «no habría pasado si usted no hubiera sido elegido presidente». Esta declaración enmarca el pacto no solo como una necesidad estratégica, sino como un logro personal y una forma de «equilibrar el gasto» con Estados Unidos, un argumento con fuerte resonancia en su electorado.
En un movimiento que ha sorprendido a sus socios, el gobierno español se ha mantenido firme en su postura. El presidente Pedro Sánchez ha defendido que el compromiso de España de alcanzar el 2,1% del PIB en defensa es «suficiente, realista y compatible» con el modelo social del país. Su ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha reforzado esta línea, asegurando que España no espera repercusiones negativas por su decisión.
Esta postura ha provocado una reacción airada de Donald Trump, quien ha amenazado con «hacer pagar el doble» a España y ha sugerido que negociará aranceles de forma bilateral. Ante esto, el ministro Cuerpo ha recordado que la política comercial es una competencia exclusiva de la Comisión Europea, no de los estados miembros individualmente.
«España también tendrá que respetar las normas. Es importante que se realice la revisión del gasto en 2029 y que se amplíe el alcance para incluir la seguridad.» – Antonio Tajani, Ministro de Exteriores de Italia.
La decisión de España no es una simple negociación presupuestaria; es una declaración política que prioriza el estado de bienestar sobre un rearme masivo, abriendo un debate ideológico fundamental sobre el futuro de Europa. ¿Es sostenible un modelo social robusto en un entorno que exige un gasto militar sin precedentes?
A continuación se presenta un resumen del nuevo compromiso de gasto y las posturas clave:
País Miembro | Gasto Prometido (% del PIB) | Postura Oficial / Notas Clave |
---|---|---|
Estados Unidos | 5% | Principal impulsor del acuerdo. |
Alemania | 5% (3,5% defensa + 1,5% seguridad) | “Aprobaremos una resolución para que la OTAN reciba el 3,5% y un 1,5% adicional” – Canciller Merz. |
Francia | 5% | “Europa se hará cargo de su parte e invertirá más en defensa” – Presidente Macron. |
Reino Unido | 5% | Se estima que alcanzará el 4,1% del PIB en 2027. |
Italia | 5% | Considera que España “tendrá que respetar las normas”. |
España | 2,1% | ÚNICO PAÍS DISIDENTE. Califica su compromiso como “suficiente, realista y compatible con nuestro modelo social”. |
La disidencia española podría ser el primer síntoma de una fractura más profunda dentro de la OTAN. La alianza se enfrenta a un dilema existencial, dividida entre un bloque «securitario», enfocado en la contención militar a cualquier costo, y aquellos que, como España, temen que el precio de ese rearme sea el desmantelamiento del estado de bienestar, pilar de la estabilidad interna europea. La implementación de este acuerdo será, sin duda, un campo de batalla político en toda Europa durante la próxima década.
La Verdad Yucatán