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El Cercle d'Economia sugiere acercarse a China en plena guerra comercial de Trump

El Cercle d'Economia sugiere acercarse a China en plena guerra comercial de Trump

La próxima semana, el Cercle d'Economia celebra su reunión anual en un clima marcado por la guerra comercial desatada por EEUU. De ahí que la última nota de opinión del lobi económico enfatice la necesidad del Viejo Continente de revisar las relaciones con su socio atlántico. No solo para reforzar la soberanía europea en ámbitos como la tecnología y la defensa, sino para explorar nuevas alianzas.

En la presentación del documento, el presidente y el director general del Cercle, Jaume Guardiola y Miquel Nadal, han apostado por estrechar lazos con China. "Europa debe profundizar la relación con China, es un jugador fundamental en el tablero geopolítico. Europa debe tener una relación lo más fluida posible con China", han manifestado. Pese a que el documento constata la elevada dependencia de la tecnología china por parte de la economía europea, también señala que el gigante asiático reconoce "cada vez más" a la Unión Europea como un agente político relevante.

Cualquier futura entente sino-europea se enmarca en el desengaño causado por los primeros compases de la administración Trump. "Vivimos momentos de grave disrupción geopolítica. El segundo mandato de Donald Trump se caracteriza por el menosprecio del multilateralismo (…) y de las alianzas tradicionales, de las cuales la transatlántica es la principal expresión. También por la primacía de los intereses particulares estadounidenses, por una preferencia por las relaciones de poder (…), y por un nacionalismo económico rampante, del cual la absurda y errática guerra arancelaria es el último episodio", se lee en la nota.

Ante esta situación, el Cercle urge al despertar de Europa –de ahí ese wake-up call incluido en el título de las jornadas–. En cierta medida, la crisis entre Rusia y el club de los 27 ya marcó un primer hito. Fue entonces cuando Europa se percató de su extrema dependencia de los hidrocarburos rusos. Pero el giro de EEUU obliga a repensar las políticas comunitarias para evitar que el Viejo Continente se quede sin papel en el concierto internacional.

"Europa debe decidir qué quiere ser. (…) ¿Quiere ser un actor relevante y respetado, capaz de defender sus intereses, o prefiere ser un actor de segunda fila que no se sienta en la mesa de las grandes potencias mundiales?", se pregunta la entidad. La nota es una llamada a la acción para que Europa afloje amarras con EEUU y otras grandes potencias y mejore sus posiciones en asuntos estratégicos, recogiendo las ideas de los informes Draghi y Letta. Por supuesto, este movimiento requerirá "renuncias". "No es una nota buenista", ha señalado Nadal.

Cesiones de soberanía

La carpeta más urgente es la política de defensa. De seguridad y defensa, como puntualiza el Cercle. La asociación reclama una "cesión de soberanía" para que se cree una política de defensa común por parte de todos los Estados miembros de la UE. Esto exigiría un "cambio de los tratados", como ha reconocido Guardiola. Pero sin este esfuerzo de coordinación y mandos conjuntos, no se puede garantizar que los medios presupuestarios se usen de forma eficiente.

Por otro lado, el Cercle considera que "sería deseable que el aumento del gasto de defensa en Europa se financiara de forma conjunta, en la medida que la seguridad y la defensa del continenente son también un bien público europeo".

En el orden estrictamente económico, la asociación pone sobre la mesa los déficits en productividad y tecnología puntera del tejido productivo europeo –recientemente, el Cercle ha lanzado un think tank llamado IPI (Iniciativa para la Productividad e Innovación) que pretende justamente mejorar la competitividad de las economías del euro–. No todo son lamentaciones: el Viejo Continente sigue acaparando el 17% del PIB global y tiene, como una de sus principales bazas, un mercado interior fuerte y con alto poder adquisitivo.

Respecto al Green Deal, la nota pone en correlación la descarbonización con la competitividad de la industria. "Es imprescindible (…) abordar las consecuencias competitividas y de distribución de la ambiciosa política climática de la UE, porque es mucho lo que está en juego: el futuro de una parte importante de la industria europea y también la aceptación misma del proyecto de integración europeo". Para paliar los efectos adversos de la implantación de energías limpias, se propone compensar económica a los sectores más perjudicados por la sustitución de los recursos fósiles.

Todos estos grandes objetivos pretenden que Europa tenga una economía más robusta que le permita hablar de tú a tú con EEUU, China o Rusia. Intentando preservar, como insiste el documento, el modelo de bienestar de las democracias europeas. Para que todas estas metas se concilien, el Cercle, citando a Draghi, reclama una mayor "federalización": "Si Europa quiere jugar en la primera división mundial, debe entender (…) que nunca la escala de sus Estados miembros había sido tan pequeña e inadecuada en relación con la dimensión de los retos que tenemos planteados (…). Por tanto, la única solución posibles es profundizar en el proceso de integración, aunque quizá sobre bases un poco diferentes".

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eleconomista

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