Seleccione idioma

Spanish

Down Icon

Seleccione país

Mexico

Down Icon

La Generalitat busca dueño para una fábrica de canelones que heredó de una peculiar empresaria

La Generalitat busca dueño para una fábrica de canelones que heredó de una peculiar empresaria

A la Generalitat le suelen llegar legados de lo más variopintos. A través de lo que se conoce como herencias intestadas –un proceso legal que se activa cuando una persona fallece sin dejar un testamento válido–, ha recibido hoteles, castillos, pequeños pisos o locales comerciales. Pero nunca había heredado una empresa en funcionamiento. Hasta ahora.

Se trata del fabricante de pasta para canelones y lasañas Fadaic, una compañía de Ripollet (Vallès Occidental) especializada en la elaboración artesanal de estos productos desde hace más de 60 años. Su propietaria única, Manuela Marimon, murió en el 2019, a los 98 años, sin descendencia ni parientes conocidos. En sus últimas voluntades, dejó por escrito que todos sus bienes, incluida la empresa, pasaran al hospital Sant Joan de Déu. Pero la naturaleza del patrimonio hizo que el centro sanitario lo rechazara.

La propietaria, Manuela Marimon, murió a los 98 años sin descendencia ni familiares conocidos

En ese momento se activó el procedimiento de sucesión intestada, por la que la administración catalana fue declarada heredera de los bienes. A saber: la mencionada empresa de Ripollet, que incluye un local comercial y un garaje, una gran casa –en cuya planta baja está instalada la fábrica de pasta y donde residía la propietaria–, otro garaje en el mismo municipio y un molino harinero en desuso en Huesca.

Desde el departamento de Economia i Finances subrayan que el Govern tiene la obligación legal de tramitar las herencias intestadas de los ciudadanos de Catalunya que han muerto sin haber otorgado testamento válido y sin familiares hasta cuarto grado de consanguineidad. La administración buscó posibles parientes de la empresaria, sin encontrar ninguno.

La Generalitat ha recibido los bienes mediante herencia intestada

Como siempre ocurre en estos casos, sacará a subasta todos los bienes. En primer lugar, la empresa. El precio de salida son 296.155 euros y se aceptarán solicitudes de participación hasta el 7 de mayo. La subasta está prevista para el 4 de julio en el distrito administrativo de la Generalitat y el comprador deberá garantizar los puestos de trabajo durante un año. La Direcció General del Patrimoni ha habilitado un teléfono de información y una dirección de correo electrónico para los interesados, además de publicar las características de la compañía en la web de Economia i Finances y en la Plataforma de Serveis de Contractació Pública de Catalunya.

En la planta de Ripollet trabajan diez personas que elaboran pastas para tiendas gourmet

Se trata de una pyme con diez trabajadores, que siempre ha trabajado con volúmenes pequeños pero con producto de alta calidad que vende a restaurantes y tiendas gourmet. Desde que su propietaria falleció y pasó a manos de la Generalitat ha estado dirigida por un gerente. En el 2023 –últimos datos disponibles en el registro mercantil– facturó 390.498 euros, un 9% más que un año antes, y ganó 13.201 euros frente a las pérdidas de 39.800 euros registradas en el 2022.

No solo esta herencia que ha pasado a la Generalitat es insólita. La compañía tiene detrás una peculiar historia protagonizada por la antigua propietaria. Nacida en Barcelona en 1921, Manuela Marimon se crio en el seno de una familia acomodada que vivía en la plaza Cinc d’Oros, en la confluencia entre la Diagonal y paseo de Gràcia. Mujer avanzada para su época, estudió la carrera Mercantil –la actual Económicas– pese a la oposición de su padre. Lo explicó ella misma en una entrevista publicada en el 2018 por la Revista de Ripollet , un histórico medio de comunicación local que desapareció a finales del 2023 tras casi 40 décadas de actividad.

El importe que se obtenga de la venta se destinará a fines sociales

En 1961, Marimon y su marido fundaron Fadaic en el municipio vallesano, donde se trasladaron a vivir. Al cabo de pocos años, su esposo murió de un ataque al corazón mientras veraneaban en la playa. No habían tenido hijos y, después de algunas tiranteces con familiares de su marido, se quedó con el 100% de la empresa. Vecinos que la conocían explican que la dedicación a Fadaic fue la manera de preservar su independencia personal. Hasta que murió hace ya seis años sin nadie que reclamara su patrimonio.

Tras subastar la fábrica, la Generalitat hará lo mismo con el resto de bienes. Tal y como marca el reglamento de las herencias intestadas, el importe que se obtenga de estas ventas se destinará a fines sociales, habitacionales, asistenciales y culturales. Será el legado final de Manuela Marimon.

lavanguardia

lavanguardia

Noticias similares

Todas las noticias
Animated ArrowAnimated ArrowAnimated Arrow