G7 en Canadá, las propuestas de Italia: migrantes y seguridad

La cumbre del G7 comienza hoy en Kananaskis , Canadá, y se extenderá hasta el 17 de junio en un contexto de fuertes tensiones internacionales. La guerra en curso entre Israel e Irán, que estalló unos días antes de la cumbre, probablemente modificará la agenda prevista, presentada hace una semana por el primer ministro canadiense, Mark Carney. La escalada del conflicto, definida abiertamente como "una guerra" por el primer ministro israelí , Benjamin Netanyahu , ha incrementado las medidas de seguridad en todas las capitales occidentales y podría alterar profundamente la dinámica de los trabajos.

Incluso antes del inicio oficial, los sherpas habían descartado la posibilidad de una declaración conjunta final debido a las profundas divisiones sobre Ucrania, Gaza, el clima y la ayuda al desarrollo. En este clima de incertidumbre, se espera un resumen de la presidencia canadiense, mientras que los líderes adoptarán declaraciones por separado sobre temas específicos.

Los puntos programáticos del G7 en Canadá

La presidencia canadiense ha definido la cumbre en tres ejes principales:

• protección comunitaria, el G7 quiere fortalecer las respuestas coordinadas contra el crimen transnacional, los incendios forestales y la interferencia externa;
• seguridad energética y transición digital, cuyos temas centrales serán el uso de inteligencia artificial, tecnologías cuánticas y el desarrollo de cadenas de suministro de minerales críticos;
• asociación para el futuro con Canadá que tiene como objetivo movilizar la inversión privada para infraestructura, empleo y acceso a los mercados globales.

Se prevén siete declaraciones conjuntas sobre otros tantos ámbitos: desarrollo financiero, inteligencia artificial, tecnologías cuánticas, lucha contra incendios, minerales críticos, represión transnacional y lucha contra el tráfico de migrantes.

Las propuestas de Italia

Según fuentes no oficiales, Italia presentará al G7 una propuesta específica centrada en la migración y la lucha contra la trata de personas. El documento, que cuenta con el apoyo de Estados Unidos y el Reino Unido, busca dar continuidad a la trayectoria iniciada bajo la presidencia italiana del G7. En esa ocasión, los líderes acordaron crear una coalición para combatir las redes criminales vinculadas al tráfico de migrantes y reducir las ganancias ilícitas.

El gobierno italiano, con Giorgia Meloni , pretende fortalecer este compromiso mediante iniciativas internacionales coordinadas. En las sesiones de trabajo, Italia también estará dispuesta a promover el concepto de " comunidades seguras ", que incluye la lucha contra la trata de personas, el narcotráfico y las amenazas a la seguridad interior.

Giorgia Meloni mantiene un equilibrio complejo: por un lado, el apoyo a Estados Unidos y la OTAN; por otro, una actitud cautelosa para evitar rupturas con otros socios europeos. El objetivo parece ser reiterar la centralidad de la cuestión migratoria, incluso en el contexto de la creciente inestabilidad mundial.

Tensiones en el G7: Ucrania, aranceles y conflicto en Oriente Medio

El trabajo del G7 en Canadá, programado hasta el martes, también podría verse afectado por fuertes divergencias entre los países participantes. El regreso de la doctrina "América Primero" bajo el gobierno de Donald Trump ha generado fricción en varios frentes. En cuanto al expediente ucraniano, Washington ha reducido su compromiso militar y anunciado recortes en la financiación para Kiev, mientras que la Unión Europea acaba de asignar mil millones de euros adicionales. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski , invitado a la cumbre, espera una reunión bilateral con Trump, pero el resultado es incierto.

La brecha entre Estados Unidos y Europa también se amplió ante la posibilidad de incluir referencias explícitas a la guerra en Ucrania en la declaración final. Algunos países europeos, como Italia y Alemania, prefirieron un enfoque más cauteloso, mientras que Francia insistió en la necesidad de un papel importante para la Unión Europea.

Paralelamente, las tensiones comerciales relacionadas con los nuevos aranceles estadounidenses pesan considerablemente. Las medidas proteccionistas estadounidenses corren el riesgo de generar nuevas disputas en un momento en que la unidad es crucial. Las negociaciones sobre políticas ambientales y ayuda a los países en desarrollo están estancadas.

Finalmente, el conflicto entre Israel e Irán ha vuelto aún más frágil el escenario geopolítico. La prioridad de muchos líderes ahora es evitar una ampliación del conflicto y una posible implicación directa de otros actores internacionales. También se han reforzado las medidas de seguridad en Kananaskis, por temor a ataques selectivos contra objetivos occidentales.

La sesión dedicada a Ucrania, programada para el martes 17 de junio, con la participación de Zelenski, será seguida por un resumen final de la presidencia canadiense y un debate final sobre energía, tecnología e inversiones. Sin embargo, el clima está marcado por profundas divergencias que difícilmente conducirán a una síntesis común.