El comercio mundial de muebles disminuirá en 2025

El crecimiento aparentemente imparable del mercado mundial del mueble parece haber chocado contra obstáculos aún más graves que los que representó la pandemia. En 2020, la COVID-19 provocó una fuerte desaceleración de la producción y el consumo, inicialmente, pero ya en la segunda mitad de ese año comenzó una recuperación progresiva, destinada a convertirse en uno de los crecimientos más robustos que la industria del mueble ha experimentado desde la posguerra, que duraría más de dos años.

Luego, como sabemos, las tensiones geopolíticas, la inflación galopante y, finalmente, las políticas proteccionistas (reales o amenazadas) de Estados Unidos primero frenaron ese crecimiento y luego lo transformaron en declive.

En 2023, según datos del informe World Furniture Outlook 2025/2026 del Csil (Centro studi industria luce), el comercio mundial de muebles se contrajo un 9 % en dólares estadounidenses, a pesar del contexto inflacionario. Las estimaciones iniciales para 2024 indican una ligera recuperación del mercado, con un ligero aumento del valor del comercio internacional de muebles, que debería haber alcanzado los 178 000 millones de dólares.

Las perspectivas para el comercio mundial han empeorado, impulsadas por el aumento de los costos y la incertidumbre en torno a la política comercial. Primero se anunciaron aranceles, luego se suspendieron, luego se renegociaron, luego se reintrodujeron y finalmente se suspendieron de nuevo. La incertidumbre frena las decisiones globales sobre comercio e inversión.

Las perspectivas futuras, escriben los analistas de Csil, están influenciadas negativamente por la agenda proteccionista de la nueva administración estadounidense, tanto que para 2025 se espera una disminución del comercio mundial de muebles.