MaPrimeRénov': por qué el aislamiento térmico también es una cuestión democrática

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La suspensión de este programa de ayudas a la renovación en julio es un síntoma de un problema profundo: nuestros dirigentes aún no han comprendido la magnitud del desafío climático.
Lo maravilloso de la crisis ecológica es que transforma los detalles más prosaicos de la vida cotidiana en un asunto de Estado. La indignación generada por el anuncio de la suspensión de MaPrimeRénov' lo atestigua. Durante mucho tiempo, la financiación del aislamiento térmico en los hogares franceses fue un tema que solo conocían unos pocos especialistas. Y ahora se ha convertido en un problema público. Más allá de las ONG preocupadas por el clima o los representantes de las pymes de la construcción que temen por su facturación, todos han percibido claramente, al menos intuitivamente, que el cuestionamiento de este sistema por parte del gobierno está desintegrando parte de nuestra cohesión social.
Breve recordatorio: el gobierno francés lleva unos quince años apoyando la renovación térmica de edificios: cambiando la calefacción de gasóleo por una bomba de calor , adquiriendo una caldera de gas de condensación, cambiando los marcos de las ventanas, aislando las paredes exteriores, o todo ello a la vez. Poco a poco, este apoyo se ha convertido en un elemento clave de la transición energética. Para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, Francia debe reducir...
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