Garorock, Hellfest, Lollapalooza: ¿Por qué las entradas son cada vez más caras?

Detrás del aumento de precios se esconde una realidad bien conocida por los organizadores: el aumento desmesurado de los honorarios de los artistas, el aumento de los costes técnicos y la disminución de las subvenciones. Según el Centro Nacional de Música, el 33 % de los festivales de música contemporánea registraron pérdidas en 2023. Para mantenerse a flote, a menudo no les queda otra opción que subir los precios.

Entre entradas, bebidas, transporte y alojamiento, un fin de semana de festival puede llegar rápidamente a los 500 o 600 euros. «Después de cuatro días, el pase, las bebidas y la comida... se acaba rapidísimo». Algunos solucionan el problema saliendo temporalmente del recinto para comprar cosas más baratas en la ciudad. «Pero estropea un poco el ambiente. Estamos menos en la burbuja del festival».