Comentarios sexistas, novatadas degradantes... se espera sentencia para tres ex directivos de Ubisoft este miércoles

El tribunal de Bobigny se prepara para pronunciarse sobre un caso emblemático de abusos gerenciales en la industria de los videojuegos.
El Tribunal Penal de Bobigny emitirá su veredicto el miércoles por la tarde en el caso de acoso sexual y moral contra tres exejecutivos de Ubisoft, incluido el exnúmero dos de la compañía de videojuegos, Serge Hascoët. Por los repetidos insultos y humillaciones sexistas que infligió a lo largo de los años en una oficina diáfana, Thomas François pidió disculpas a las víctimas durante la audiencia celebrada a principios de junio.
Se ha solicitado una pena de tres años de prisión condicional y una multa de 30.000 euros para el que fuera vicepresidente de la redacción hasta su despido por falta grave. Una oleada de testimonios anónimos en Twitter (ahora X), seguida de investigaciones publicadas en Libération y el medio Numérama, ha revelado el ambiente tóxico que se ha convertido en un sistema de gestión en la redacción de la empresa con sede en Montreuil (Seine-Saint-Denis).
En el tribunal, el hombre apodado Tommy invocó la "cultura Ubisoft", que, según él, no había "instigado ". La fiscalía refutó rotundamente esta postura, considerándolo responsable de un "acoso particularmente violento, intenso y sistemático, prolongado en el tiempo, con múltiples víctimas ". El exvicepresidente tenía entre 38 y 46 años durante el período de prevención establecido por los tribunales. Serge Hascoët declaró ante el tribunal que nunca tuvo conocimiento de los comentarios sexistas ni de las novatadas degradantes que tuvieron lugar a pocos metros de su oficina con fachada de cristal. Siendo el número dos de Ubisoft en su calidad de director creativo, dimitió en cuanto estalló el escándalo.
Durante el juicio, el tribunal pudo observar las dificultades que tenía el hombre, ahora de 60 años, para compaginar su vida privada y profesional, asignando a sus asistentes tareas personales ajenas a sus competencias. El fiscal solicitó una pena de 18 meses de prisión condicional y una multa de 45.000 euros por el acoso psicológico que se le imputa.
Por otra parte, solicitó su absolución por los cargos de acoso sexual, que consideró "no suficientemente caracterizados". Contra Guillaume Patrux, el tercer acusado en este caso, considerado un #MeToo de videojuegos, el fiscal solicitó una pena de 15 meses de prisión condicional y una multa de 10.000 euros. Durante la semana de la audiencia, las partes civiles y la defensa lamentaron constantemente la falta de procesamiento contra la entidad legal Ubisoft, su director general, Yves Guillemot, y Marie Derain, su jefa de recursos humanos.
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