Es oficial: si tienes goteras en tu vivienda o plaza de garaje, la comunidad de vecinos debe hacerse cargo en estos casos
Las goteras son un problema frecuente en los edificios residenciales y los garajes, además de un motivo habitual de conflicto. Y es que hay dudas sobre quién debe asumir los costes de la reparación. Sin embargo, la ley lo deja muy claro: en la mayoría de casos, la responsabilidad es de la comunidad de vecinos.
En su artículo 10, la Ley 49/1960, de 21 de julio, sobre Propiedad Horizontal (LPH) dice que la comunidad de vecinos tiene la obligación de llevar a cabo "los trabajos y las obras que resulten necesarias para el adecuado mantenimiento y cumplimiento del deber de conservación del inmueble y de sus servicios e instalaciones comunes".
En el mismo apartado se indica que se incluyen las acciones "necesarias para satisfacer los requisitos básicos de seguridad, habitabilidad y accesibilidad universal, así como las condiciones de ornato y cualesquiera otras derivadas de la imposición, por parte de la Administración, del deber legal de conservación".
Esto quiere decir que, si la gotera proviene de elementos comunes como el tejado, la cubierta, las bajantes, los forjados o las fachadas, la reparación corre por cuenta de la comunidad de vecinos. Es así incluso si el acceso al origen del problema solo se encuentra en una vivienda o en una plaza de garaje.
"Tú puedes pedirle a la comunidad que repare un defecto constructivo en un elemento común", recalca el administrador de fincas Alex Nasu. El experto añade que el presidente puede pedir un informe técnico para confirmar el defecto y, en caso de que el gasto sea muy elevado, habrá que aprobar una derrama en una junta extraordinaria.
¿Cuándo son las goteras responsabilidad del propietario?En casos puntuales, es el propietario de la vivienda o de la plaza de garaje quien tiene la responsabilidad de asumir el coste de la reparación. Ocurre, por ejemplo, si la gotera se origina en elementos privativos (como una tubería dentro de una vivienda o una instalación añadida sin autorizar por el propietario).
No obstante, cuando el daño proviene de una negligencia en el mantenimiento de un elemento común, la responsabilidad sigue cayendo sobre la comunidad.
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