Came, insolvencia financiera

El pasado 9 de junio, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores intervino a la Sofipo Came, por insolvencia financiera.

El órgano supervisor del sistema financiero aplicó la intervención con carácter de gerencia de la sociedad financiera.

La CNBV –informó la institución– detectó irregularidades contables y una pérdida significativa de capital que la ubican en categoría 4 del nivel de capitalización (Nicap), la más baja del esquema y que representa una situación de insolvencia financiera crítica.

La junta de gobierno de la CNBV realizó el mismo día 9 de junio una sesión de trabajo para analizar la situación de Came.

Resolvió que la Sofipo debía ser intervenida para suspender sus operaciones y salvaguardar los intereses de los ahorradores como lo prevén los artículos 75 y 78 de la Ley de Ahorro y Crédito Popular.

La CNBV venía realizando visitas de supervisión a Came desde marzo de este año.

Se habían dictado diversas medidas preventivas y el 21 de mayo se notificó el emplazamiento al procedimiento de revocación de autorización, por incumplimientos a los requerimientos de capitalización por riesgos de crédito y de mercado.

Ese procedimiento todavía está en trámite.

Al cierre de diciembre del 2024, la Sofipo reportaba un total de 1 millón 371 mil 315 clientes.

Con esa cantidad de clientes se ubicaba como la novena entidad más grande del sector en número de usuarios, según datos oficiales.

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) subrayó que los recursos de los ahorradores están protegidos por el Fondo de Protección, el cual garantiza hasta 25,000 Unidades de Inversión (UDIS), alrededor de 212,000 pesos, por persona física o moral, sin importar el número o tipo de operaciones que mantengan con la entidad intervenida.

A pesar de la insolvencia financiera crítica de CAME, la autoridad financiera aseguró que el sistema financiero mexicano permanece sólido y con capacidad para preservar la estabilidad del sistema de ahorro popular.

Hasta ahi, lo que oficialmente se sabe.

Extraoficialmente se dice que el caso pone en riesgo un monto superior a los 2,600 millones de pesos, de los ahorradores.

De los 1.3 millones de ahorradores afectados, alrededor de 14,000 ahorradores, o alrededor del 1% del total, tienen depósitos superiores a los 212,000 pesos y corren el riesgo de perder la cantidad que excede el límite que cubre el Prosofipo.

El origen de los problemas de Came, no es reciente. Comenzaron a gestarse hace varios años y se intensificaron en los últimos dos o tres.

Came ofrecía tasas de interés de hasta 16% anual.

Se trata de un caso más del grupo de Sofipos que atraen numerosos grupos de inversionistas, al ofrecer elevadas tasas de interés y con el tiempo incurren en problemas.

La Condusef ha sido muy activa en advertir y recomendar a los usuarios sobre este tipo de Sofipos y estrategias basadas en tasas de interés muy altas.

Ha señalado que pueden ser indicativas de riesgos financieros.

En el caso de Came llamó la atención la intervención de la Secretaría de Gobernación.

El caso de Came, por el tiempo en el que se gestó y los tiempos de intervención de la autoridad regulatoria, dejan dudas respecto de la eficiencia para detectar a tiempo las irregularidades de los operadores de los regulados y el deterioro de su nivel de capitalización.

Valdría la pena un analisis autocrítico en el propio sistema financiero gubernamental en aras de prevenir con mayor anticipación este tipo de casos.

Es cierto que el caso de Came, como el de algunos otros que se han registrado, no han sido casos sistémicos.

Es decir, no han puesto en riesgo al conjunto de instituciones financieras.

Sin embargo, sí ponen en riesgo los recursos de los ahorradores y merman la confianza de las personas cuando el esfuerzo generalizado es aumentar la inclusión financiera.

Debe procurarse el fortalecimiento institucional de las autoridades regulatorias para que redunde en la credibilidad y certidumbre de las intermediarias autorizadas. Al tiempo.